Señor, ¡se robaron tu radio! (por Elsy Montenegro)

Hace una semana regresé de mi viaje a Orlando, después de 29 años Dios me dio la oportunidad de ir y compartir días maravillosos con mi familia y conocerlos aún más. 

Justo al día siguiente de mi regreso, visitando la casa de un amigo, me abrieron el carro y me robaron la radio. 

Tengo que confesar que en ese instante sentí decepción, tristeza, incluso rabia. Pero inmediatamente comencé a orar, un poco para calmarme pero también para pedir por el ladrón de mi radio y por su familia. 

No es la primera vez que me pasa algo similar (en realidad, creo que la mayoría ha pasado por una situación como esta) hace muchos años, en mi primer trabajo, me abrieron el carro 3 veces enfrente de la oficina, hasta que tuve que renunciar por la inseguridad de la zona.

La diferencia entre todas esas veces y ésta, fue mi oración y la confianza en quien ahora es mi proveedor. 

Anoche, en mi estudio bíblico, hablamos de los Principios espirituales que surgen de nuestra conexión con Dios a través de su palabra, y casualmente discutimos sobre la administración de los recursos. Como cristianos debemos aceptar que nada de lo que tenemos nos pertenece, todo le pertenece a Dios. Por eso debemos agradecer por todo: trabajo, casa, hijos, padres, estudio, etc. 

También hablamos de la manera en que un cristiano debe reaccionar ante situaciones adversas, depositando su confianza en Dios. La manera en como reaccionamos es el reflejo del Espíritu Santo que mora en nosotros.  

Por eso, decía nuestro guía del estudio, no debemos afanarnos por las cosas materiales, si un día perdemos el trabajo debemos decir "Señor, te quitaron el trabajo" o si nos roban el carro "Señor, te robaron el carro" porque todos nuestros bienes le pertenecen a Dios, si creemos que nos pertenecen a nosotros terminarán causándonos dolor. 

Definitivamente El Señor habló a mi corazón anoche, por eso ahora digo "Señor, te robaron la radio" y ese sentimiento me mantiene en un estado de tranquilidad y paz (además no puedo evitar imaginarme un cuadro mas absurdo pero divertido que a Dios preocupado por que le robaron la radio del carro)  

No es fácil dejar de afanarnos por las cosas materiales, pero que rico se siente descansar y gozar del respaldo de aquel que es dueño del oro y de la plata.