Tengo 32 años, soy la mayor de 3 hijos; nací en un hogar
estable. Mis padres siempre han sido personas muy trabajadoras, ellos
estuvieran muchas horas ausentes del hogar debido a sus trabajos, nunca me
falto nada excepto tiempo y amor, yo añoraba lo que mis compañeros tenían cuando
decían que sus papas eran sus mejores amigos.
A mis 4 años de edad una bacteria comió el hueso de mi
pie izquierdo, lo cual como consecuencia me trajo una discapacidad en un pie.
Esta discapacidad física con el tiempo se volvió una discapacidad mental,
discapacidad para amar y ser amada.
Mi padre siempre fue una persona fría, nunca nos dio una
demostración de cariño, el fue criado de esa manera, criándonos igual. Yo
sentía temor de el como también el rechazo, empecé a creer que él no me quería,
trayéndome muchas consecuencia ya que buscaba afecto fuera de casa, y una doble
personalidad, dentro de casa era introvertida pero fuera de ella era todo lo
contrario, muchas veces por las noches lloraba ya que sentía un gran vacío en
mi vida desde mi muy corta edad.
Al entrar la Universidad tenia muchos sueños, que con el
tiempo se fueron desvaneciendo ya que perdí el sentido de la vida, en mi 2 año
de universidad inicie una relación;
debido a mi inmadurez, la falta de Dios en mi vida, y el afecto del que
yo carecía, esta persona se volvió mi tesoro, yo puse mi corazón en esa
relación donde él se volvió el centro de mi vida. A mis 22 años me vi
involucrada en una relación posesiva; era maltratada física, verbal,
emocionalmente, mi autoestima estaba por lo suelos. A pesar que tenia una
familia ellos desconocían lo que yo vivía y eso trajo a mi corazón, amargura,
resentimiento, sentimientos de frustración, rechazo, ira, mis estados de animo
variaban de agresiva, temperamental e impulsiva, y una depresión silenciosa
empezó a tomar poder de mis pensamientos y mis emociones a tal grado que padecí
de desordenes alimenticios como la bulimia, anorexia nerviosa, ataques de
pánico, y otras enfermedades como asma, sinusitis, rinitis, colitis, gastritis,
mi salud empeoraba a medida que la depresión tenia dominio de mi. En mi
interior había muerte espiritual, busque medios para llenar mis vacíos, con
toda clase de vicios, y otros tipos de creencias donde se dudaba la existencia
de Dios. Mis vicios iban progresando en el transcurso de los años, no supe administrar
bien mis finanzas debido a mis desordenes y excesos.
En el 2009 era una mujer muerta en vida, por dentro y por
fuera, frustrada ya que me había dedicado a vivir el momento con parrandas y
vicios, no podía entablar una relación estable, etc. Odiaba las iglesias y no
quería tener ninguna relación con Dios, menos con una iglesia; fue ahí cuando recibí
la invitación a una cena en hotel, pero en mi interior buscaba algo que me
sacara a flote, no había paz en mi corazón. Es allí cuando inicie a formar
parte de FIHNEC, pero mi orgullo y mi intelectualismo me impedía reconocer que
tenia necesidad de Dios. Un 16 de Octubre de 2009 asistí a una cena “noche de
milagros” en la convención nacional, en donde reconocí de corazón que Jesús no
había muerto y estaba vivo; que el Jesús que yo creía conocer estaba muy lejos
de lo que realmente es. Esa noche pedí perdón por mis pecados, reconocí que
guardaba muchos resentimientos, también perdone a las personas que me habían
dañado, sobre todo me perdone a mi misma por todo el daño q me cause con los
vicios. Instantáneamente recibí sanación emocional y física. El PERDON fue la
llave la cual me dio entrada a todas las bendiciones y maravillas que ahora
vivo en Cristo Jesús. Muchos cambios vinieron a mi vida de manera radical, los
vicios, malos hábitos, malas amistades murieron al momento que nací de nuevo. Nació
en mi hambre de la palabra, Sed de su presencia. El Espíritu Santo me guio a mi
iglesia en la cual me congrego, él es mi amigo, mi guía y mi consolador.
Desde hace 2 años formo parte de los jóvenes FIHNEC, como
coordinadora de un capitulo de Jóvenes, ha sido la mayor bendición a mi vida ya
que hoy puedo aportar lo mucho q Dios me ha dado.
Todas las mañanas inicio mi día dando gracias por mi
vida, por cada momento y hoy puedo decir
que soy una de las PERSONAS MAS FELICES DE LA TIERRA, y aun en la prueba
no me canso de decir Gracias por haberme alcanzado. Encontré el propósito por
el cual yo he sido diseñada, ADORAR a Dios en todo momento, dando Gracias en la
prueba y en las buenas. Es por medio de la Adoración que he visto como puertas
se abren y como esos problemas o retos se volvieron bendiciones y milagros en
mi vida.
Jesús ha sanado mi vida, mi corazón, restauro mi familia, mis finanzas
fueron sanadas. Amigo o amiga que lees esto quiero decirte que no importa lo que
hayas vivido, o cual sea tu pasado, o que pruebas estés viviendo en este
momento, y tal vez q te sientas abandonado o que Dios no te escucha, pero quiero
decirte que Jesús vino por ti y por mi para que no nos perdiéramos y tuviéramos
vida. No esperes mas Nuestro Padre Celestial espera por ti.
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